Voces de los sentimientos, palabras que nacen de ellos y nos
conducen hacia nosotros mismos. Somos eso en lo que ellos nos convierten. Imposible
ignorarlos. Están escritos en el tuétano de nuestra conciencia dando fuerza y
sentido a todo lo demás. Frecuentemente no comprendemos su relación con el
resto de esas cosas que somos. Descubrimos nuestra fortaleza una vez que aceptamos
el papel que ellos juegan en nuestra vida. Somos fuertes una vez que aprendimos
a conquistarlos conquistándonos junto a ellos.
Escritor, ensayista, poeta y docente venezolano. Ganador del Premio Nacional de Ensayo Mariano Picón Salas del Ministerio de la Cultura de Venezuela en 1992, fue miembro del jurado de dicho premio en la edición de 1993. Igualmente fue miembro del jurado del Premio Internacional de Cuento Francisco Herrera Luque y Presidente del I Congreso de Legislación Cultural Municipal, realizado en en febrero del año 1993 en la Universidad Simón Bolívar.

martes, 19 de mayo de 2015
lunes, 18 de mayo de 2015
TIEMPO HECHO, TIEMPO DESHECHO...
Tiempo hecho, tiempo deshecho. Tiempo roto, tiempo informe, tiempo
confuso, tiempo impredecible. Cumplidas o incumplidas promesas del tiempo;
versiones temporales engañadas o deformadas por la memoria. Tiempo circular que
habla de ciclos que comienzan, crecen, finalizan y vuelven a principiar. Tiempo
efímero. Tiempo irreal del recuerdo. Tiempo ilusorio al que nos aferramos siempre
esperanzados. Desconocido tiempo porvenir aguardando misteriosamente por
nosotros…
viernes, 15 de mayo de 2015
EL MAESTRO ENTIENDE LA ENSEÑANZA...
El maestro entiende la enseñanza
como comunicación de conocimiento: de vida y para la vida. Entiende, también,
que todo forma parte de la misma aventura de aprender y de aprender a aprender.
Al educar el maestro enseña al discípulo a encontrarse con el mundo, con los
otros, consigo mismos…
El
maestro debería usar su voz para expresar, más que sus pensamientos, una manera
de pensar: genuina, siempre auténtica, entregada a una honesta finalidad por
decir aquello que no podría dejar de ser comunicado. Para el maestro, más que
de estar demasiado seguro de sus certezas se trata de expresarlas al lado de
la autenticidad de pensamientos surgidos del silencio, de un monólogo que
tiene como destino esencial hacerse diálogo, comunicación con otros. El maestro
empieza por hablarse a sí mismo antes de hablarle al
afuera, a esos otros que en el afuera escuchan.
miércoles, 13 de mayo de 2015
LA INABARCABLE GRANDEZA DEL COSMOS...
La inabarcable
grandeza del cosmos es análoga a la inabarcable complejidad del alma humana. En
ambos casos, hombres de ciencia y hombres de espíritu –creadores, imaginativos
los dos- aspiran a un mismo fin: entender el universo que habitamos y comprender
el universo que construimos.
Lo externo y lo
interno: alma y cosmos: complementariedad
o correspondencia entre la una y el otro. La ciencia se propone traducir la infinita
amplitud del cosmos. La poesía, esencialmente, nos acerca a la complejidad de
nuestra alma humana. En el libro sexto de su Ética a Nicómaco, Aristóteles definió a la ciencia como el estudio
de lo que es indudable porque ha existido siempre y por siempre existirá; opuesta
a ella, el arte sería la realidad de las cosas que podrían no haber sido pero
que, sin embargo, son. Así, frente a la ciencia que se ocupa de lo que resulta
insoslayable, el arte es la realidad de lo posible, de eso que depende de la
creatividad del hombre, de su potestad de hacer surgir un mundo de formas
nuevas donde antes no había sino vacío.
martes, 12 de mayo de 2015
LA IDEA DE CENTRO...
La idea de
centro señala el lugar por excelencia; lugar verídico, lugar real; protector,
cobijante sitio donde nos guarecemos del a menudo amenazante afuera. Un centro:
una verdad, una realidad, un hallazgo.
Nuestro centro:
sitio que, además de espacio, es, también, temporalidad: tiempo y espacio
irreales -no ficticios: irreales-, que responden a nuestro deseo o nuestra
voluntad de colocarnos en un lugar donde todos nuestros argumentos puedan tener
cabida.
Nuestro
centro es -debería ser- compromiso, finalidad, propósito. Hacemos de él sitio
desde donde distinguir el afuera y predecirnos ante algunos de sus infinitos
signos; lugar donde resistir, fortalecernos y afirmarnos.
sábado, 2 de mayo de 2015
LA MEJOR RESPUESTA...
La mejor respuesta que podemos dar a ese tiempo que, incesante, nos consume es
encarnar en él acogiéndonos a sus significados. ¿Una manera de entender esos
significados? La búsqueda y creación de una obra, original en la medida en que
individualmente nos pertenece, y, como toda respuesta individual, no podría
sino expresar nuestra autenticidad.
Una obra: expresión de nuestro deseo por
enriquecer nuestro camino; mucho más que solo la realización de un trabajo,
ella es trayectoria, desarrollo, desenlace, resultado, destino…
Vivimos cada una de esas obras que
realizamos. Son nuestra respuesta ante ese tiempo que vamos siendo.
¿Qué nos arrastra hacia la aventura de
toda nueva obra? La respuesta solo podría ser: realizar lo nuevo, dar con algún
descubrimiento que nos exprese. Tal vez perseguir eso que está en nosotros
encontrar: hallazgos que nos alienten y alimenten, revelaciones relacionadas
con nuestros pasos, guiadas por el aliento de nuestra inspiración.
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