sábado, 30 de mayo de 2015

CENTRO

Toda imagen de centro señala el lugar principal por excelencia: verídico, real; cobijante sitio protector donde guarecernos del tan a menudo amenazante afuera.
Un centro: verdad, realidad, hallazgo; también apaciguamiento y sosiego. Siempre resulta necesaria la visión, la perspectiva de un centro. Comprender, valorar, sentir a partir de esa noción de lo centralmente significativo, de esa territorialidad poseedora de un central sentido.

Nuestro centro: sitio que, además de espacio, es, también, temporalidad: tiempo y espacio irreales -no ficticios: irreales-, que responden a nuestro deseo y nuestra voluntad de colocarnos en un lugar donde nuestros argumentos tengan cabida. Nuestro centro es -debería ser- compromiso, finalidad, propósito. Sitio desde donde distinguir el afuera y predecirnos ante algunos de sus infinitos signos.

domingo, 24 de mayo de 2015

UNA MANERA DE NO ESTAR SOLOS




“Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de no estar solo” Fernando Pessoa


Nunca estamos solos al estar verdaderamente acompañados por nuestras voces; y, sobre todo, cuando el corolario de esa compañía es el descubrimiento de la vocación a la que estamos destinados.
Una vocación: entrega, compromiso que nos apoya y, a la vez, nos ayuda  -como dice Pessoa-  a    no estar solos. Y es que no estamos solos si podemos permanecer al lado de esa apuesta personal por nuestras más genuinas aptitudes, de ese impulso necesario para crecer en nuestra vida.            

Junto a toda vocación se encuentra el sentimiento de un destino asociado a eso que amamos hacer y nos encarna en nuestra más genuina autenticidad. Convertimos nuestra vocación en expresión de un juego que nos relaciona con la existencia y con nuestra manera de extraer de ella un sentido que precisamos distinguir.

sábado, 23 de mayo de 2015

CONSTRUIMOS RAZONES...

Construimos razones. En el cumplimiento de ciertos designios y en cada una de nuestras horas, aún las más oscuras, vamos forjando nuestro rostro caminante, distinguiendo retos por vencer y razones por conquistar. Aprenderemos a no debilitarnos por rencores o sospechas, y a reconocer el sentido de cada una de nuestras batallas. Nos propondremos ser maleables frente al tiempo, aceptando que hay errores irremediables y espacios definitivamente cerrados para nosotros. Convertiremos en nuestro mayor reto el vivir cerca de nuestros propósitos. Desconfiaremos de la inconclusión de los propósitos, de los pasos inciertos, de las interrogantes nunca respondidas, del penoso tiempo de las negaciones. Desconfiaremos de la voluntad sin norte, de la falta de ilusiones, de la carencia de compromiso, de los innecesarios apresuramientos, de la falsa inspiración, de la ingenuidad incapaz de reconocerse a sí misma, del resentimiento debilitador, de la fragilidad sin contrapeso, de la atolondrada rebeldía, del inconformismo volcado sobre sí mismo, del incesante desaliento, de la mórbida apatía…
Al margen de muchos despropósitos y paradojas viviremos miedos y sospechas, certezas y esperanzas. Iremos escribiendo nuestra historia al lado de las verdades que nos conciernen. En lugares inusuales –inusuales para los demás, claro- nos sobrepondremos a muchos días informes. Descifraremos alternativas a mucha áspera anécdota y a mucha tediosa rutina. Empeñados en no extraviar ni desperdiciar ningún esencial argumento aprenderemos a sostenernos en la autenticidad de nuestras búsquedas. Permaneceremos fieles a ilusiones en las que construirnos y reconstruirnos, entendiendo que muchas cosas deberán quebrarse o desaparecer antes de poder reconocer su genuino valor, su fundamental importancia. Dependeremos siempre de un porvenir con forma de signo de interrogación.
Alcanzaremos a percibir la armonía a nuestro alrededor y en nosotros mismos. Entenderemos que la plenitud, la felicidad requieren de un acuerdo entre nuestro mundo y el universo que cercanamente nos rodea. Desconfiaremos de voces como “triunfo absoluto”, “logro definitivo”, “perfección”, “éxito”… Propenderemos a escuchar voces que de lejos nombren nuestras horas. Solo bajo la forma de lo continuo nos aventuraremos en el tiempo tratando de no quebrar sus hilos. Continuidad: flujo sostenido hacia una forma de destino, de meta, de conclusión.


martes, 19 de mayo de 2015

VOCES DE LOS SENTIMIENTOS...


Voces de los sentimientos, palabras que nacen de ellos y nos conducen hacia nosotros mismos. Somos eso en lo que ellos nos convierten. Imposible ignorarlos. Están escritos en el tuétano de nuestra conciencia dando fuerza y sentido a todo lo demás. Frecuentemente no comprendemos su relación con el resto de esas cosas que somos. Descubrimos nuestra fortaleza una vez que aceptamos el papel que ellos juegan en nuestra vida. Somos fuertes una vez que aprendimos a conquistarlos conquistándonos junto a ellos.