Solo la afirmación de lo individual, el respeto a la
libertad y la dignidad de la persona humana, lograrán enfrentar la inhumanidad
de sistemas de pensamiento dogmáticos y alienantes. Es difícilmente predecible el tiempo
construido por los hombres; y es grotesco predicar a éstos solitarias verdades,
y, muchísimo más grotesco aún, relacionar dichas verdades a una solitaria idea,
un solitario rostro o una solitaria cofradía.