lunes, 20 de noviembre de 2017

SUELE DEFINIRSE...

Suele definirse a la escritura como el más solitario de los oficios Afirmación algo cuestionable. Si bien es cierto que solitariamente escribimos, lo hacemos siempre con el convencimiento de un destino y la convicción de un destinatario para cuanto nos resulta imposible callar.
“Las verdades que se callan se hacen venenosas”, dijo Nietzsche. Y acaso ése sea uno de los puntos de partida de la escritura: colocar nuestro amor por las palabras al servicio de la comunicación de descubiertas verdades. A medida que vivimos y vamos aprendiendo de la vida, utilizar nuestras voces para nombrar certezas junto a las cuales dibujarnos nosotros mismos.