lunes, 3 de octubre de 2016

UN INTELECTUAL QUE UTILIZA SU PRESTIGIO...


Un intelectual que utiliza su prestigio en favor del adocenamiento de muchos, un intelectual convertido en manipulador de voluntades y paradójico desmentidor de su condición de creador, un pensador que vende sus voces al servicio de proyectos generalmente deshumanizadores, no es sino un propalador de tesis absurdas acerca de la incapacidad humana para enfrentar la vida por ella misma; un predicador imposibilitado -paradójicamente puesto que se considera a sí un mismo pensador- de pensar por cuenta propia.