Hay respuestas individuales erradas y hay, también, respuestas
colectivas equivocadas o grotescamente falsas. En nuestra época, por
ejemplo, predomina la respuesta del desmesurado consumo de la droga en los países más ricos del mundo;
un consumo en el que, acaso, encarne cierta necesidad del hombre contemporáneo
por escapar al temor o la inseguridad ante una carencia de razones, verdades y
un sentimiento de vulnerabilidad sin desenlace. La droga: una metáfora del
miedo, una secuela de la creciente inhumanidad de lo humano.