Se derrumbaron
ilusiones que ciertos seres muy pequeños colocaron en sus leves firmamentos.
Ingenuas ilusiones
chocaron con el genuino afecto del recuerdo.
Vanas, vagas,
vacuas, pretensiones se desmoronaron ante la lealtad de toda una vida.
Solo
persiste la transparencia de un final, terrible, definitivo final, que, a no
dudarlo, pronto habrá de llegar.