sábado, 8 de diciembre de 2012

FELICIDAD, ÉTICA Y COMPROMISO


En su Ética para Nicómaco, Aristóteles habló de la razón por la cual los seres humanos habíamos venido al mundo: para tratar de ser felices, para vivir de la manera más plena, aprovechando nuestro tiempo de acuerdo a eso que hemos aprendido a reconocer que somos.
Las nociones de felicidad o de plenitud no podrían nunca dejar de relacionarse con las de compromiso o ética. Muchos siglos después de Aristóteles, Sartre ahondaría en la idea de “compromiso”. Se trata de aprender a vivir de acuerdo a esos compromisos que vamos adquiriendo con la vida; vivir de acuerdo a un reto esencial: legitimar nuestra existencia, no sólo a través de nuestras acciones, sino, también, de nuestros sueños, de nuestras ilusiones e ideales, de nuestras convicciones y de nuestras voces convertidas en testimonio de aprendizajes de vida que otros pudiesen aprovechar.