viernes, 5 de octubre de 2012

NO EXISTEN RECETAS PARA LA FELICIDAD PERO...


No existen recetas para la felicidad pero sí principios que pueden conducirnos hacia ella. Por ejemplo, aceptar que el tiempo de la felicidad es siempre el del ahora; o que la felicidad no podría ser sino algo íntimamente personal: lo que hace felices a unos deja por entero indiferentes a otros; o que la felicidad aguarda en los lugares y momentos más insospechados; o que no existe la felicidad en abstracto sino que ella responde siempre a un estado de ánimo muy presente y corpóreo; o que nadie está obligado a hacernos felices: serlo depende únicamente de nosotros.