jueves, 4 de octubre de 2012

EL SILENCIO SUELE SER MUY A MENUDO...


El silencio suele ser muy a menudo la mejor de las respuestas. Cuando las cercanías son excesivas, cuando las palabras pesan demasiado y alteran la armonía de esas cercanías, el silencio juega en contra del desequilibrio, de la tensión, de la ruptura. No es una panacea: sólo una estrategia, una circunstancial respuesta.