viernes, 21 de septiembre de 2012

PÁGINAS QUE OTROS ESCRIBIERON... (MARIANO PICÓN SALAS)


     Páginas que otros escribieron y en las que escuchamos ecos de nuestra propia voz y de lo que nos gustaría decir con ella. En cercanías o coindidencias con ciertos libros y ciertos autores, nos vamos acercando paulatinamente al reconocimiento de nuestra propia escritura.

       El ensayo autobiográfico fue un género que el venezolano Mariano Picón Salas supo utilizar con inusual maestría. Él le permitió mostrarnos a sus lectores, con sincera intensidad, algunos espacios de su existencia. Picón Salas escribió su prosa autobiográfica no para contarnos su vida sino para contar desde la propia vida; para reconstruir la existencia a través de la palabra y dar un sentido al tiempo vivido: trayectoria con un principio, una continuidad y un fin. Sentido poético de esos ordenamientos con que se propuso entender recuerdos, sentimientos, visiones... 

       Autobiografía, memorias: voces deudoras de una mirada adánica que se propone testimoniar huellas dejadas tras de sí. El autor dice y se dice, y al hacerlo asume la responsabilidad de glosar pasos y aprendizajes. Apuesta  a la indagación y a la comprensión. Construye desde la memoria y por ella transforma la evocación en experiencia poética. Se trata de que el escritor, comparta con sus lectores, desde cierta profunda fe en sí mismo, algunos de sus más importantes descubrimientos.

       Alguna vez Picón Salas comentó que vivir era mucho más difícil que poseer una teoría sobre la vida. Como dijo muchas veces, para él la escritura resultó ser un apoyo contra la adversidad, un sustento para su propia superación individual, un asidero para ayudarle a mantener viva la confianza en sí mismo. En un libro esencial: Regreso de tres mundos, testimoniaría no una teoría sino algunas respuestas personales ante la experiencia de vivir. Libro de balances y despedidas; texto del final del camino, con itinerarios transitados que ya se cierran, Regreso de tres mundos comparte con sus lectores descubrimientos que fueron claves en la vida de su autor. El punto de partida, el hito primero de la memoria es la “Adolescencia”, título del capítulo inicial. Es difícil y trabajoso ese temprano hacerse junto a los otros o ese comenzar a ser junto a los otros, que es la adolescencia. Tiempo cuando abandonamos la soledad de la infancia con sus espejismos que pudieron hacernos creer que el mundo existía sólo para nosotros. Quizá el primer descubrimiento del adolescente sea la significación de los otros: esos seres que aparecen y frente a los cuales debemos ser, o ser a pesar o en contra de ellos. La adolescencia es la más difícil y riesgosa de las épocas. Muchas cosas se juegan en ella. Mucho destino se dibuja entonces. Sin duda, es un áspero comienzo de esa construcción que llegaremos a ser.

En "Tentación de la literatura" Picón Salas se refiere a lo que significó la escritura dentro de su vida. Ella llenó espacios, cubrió vacíos, calmó temores, dominó incertidumbres. Gracias a ella logró descubrir enseñanzas en las muy diversas circunstancias que lo rodearon y en las experiencias que lo formaron. Escribir fue, para él, catarsis, autodescubrimiento, también una manera de enriquecer el tiempo vivido. “Entré en la literatura –dice- para conquistar con mayor belleza y libertad, lo que me niega el mundo cotidiano”. Pero la escritura pudo ser también muchas veces riesgo; por ejemplo, el riesgo de sentir que no conseguiremos realizar eso que pudimos proponernos con ella y, por ese temor, ser heridos por la terrible y helada mordedura de un presentido fracaso. Sin embargo la conclusión del capítulo “Tentación de la literatura” termina en un aprobatorio autoreconocimiento: el de la vida tranquila, satisfecha y honesta que su autor pudo vivir en medio de su autenticidad como ser humano y escritor.

       "Añorantes moradas" es, a mi juicio, el mejor de todos los momentos del libro. Es la gran conclusión que, a la vez, da sentido a sus páginas. Todo lo vivido –se afirma- es siempre experiencia. De lo que se trata, en última instancia, es de llegar a sentirnos bien con nosotros mismos, satisfechos de nuestros logros y recorridos. Creo que ése es el descubrimiento esencial de Regreso de tres mundos: la íntima satisfacción frente al camino andado. El triunfo en la vida... ¿Qué significa exactamente “triunfar” en la vida? Picón Salas nos da su versión: no consiste, desde luego, en acumular poder ni dinero. Ni uno ni otro bastan. Ninguno es suficiente. Son cosas mucho más intangibles y trascendentes las únicas que pueden realmente colmarnos. Ésas que, si hemos aprendido de las enseñanzas de nuestros recorridos, deberíamos saber valorar más que cualquier otra cosa: la serenidad, la fortaleza de espíritu y, por encima de todo, cierto íntimo acuerdo con eso que hemos llegado a ser.