miércoles, 5 de septiembre de 2012

EXISTEN SERES DE PALABRAS...


     Existen seres de palabras con un sentido muy práctico de la realidad. Hay otros que parecieran mantenerse totalmente ajenos a ella. Unos propenden a las fantasmagorías: visiones creadas por ellos mismos. Otros permanecen apegados a lo cotidiano, volcados en la interminable reflexión sobre todo cuanto consideran imprescindible y cercano. Hay seres de palabras que, constantemente, revolotean alrededor del brillo y el calor de algunos vocablos, desinteresándose de todo lo demás. 

     Hay seres de palabras que precisan contemplar sus vidas bajo un sentido de unidad y que convierten la lucidez en punto de partida de todos sus hallazgos. La palabra es, para ellos, una forma de sobrevivir en el camino, un lugar desde donde avizorar por sobre las circunstancias y distinguir en medio de la confusión. Su voz describe una y otra vez las ilusiones que cimentan sus itinerarios. Para ellos la existencia se apoya en ideas; no ideas abstractas, sino, por el contrario, visiones inspiradoras, argumentos. Hay seres de palabras para quienes la realidad es una sola cosa; para otros, ella es demasiadas cosas y, generalmente, contradictorias. Hay seres de palabras que erigen como indudable meta de su vida la esperanza. Otros creen sólo en la intensidad de ciertos instantes. Hay seres de palabras empeñados en vociferar a los cuatro vientos sus asombros y manifestar, interminablemente, los descubrimientos que acompañan su vivir. Otros, se expresan sin que apenas pueda escucharse su voz, una voz convertida en casi inaudible murmullo de incertidumbres, inseguridades y conjeturas. Para algunos, la vida es hechizo; para otros, razón. Unos tratan de gobernar su vida e, incluso, parecieran proponerse dominar la vida de todos. Otros se esfuerzan inútilmente por dirigir, apenas, algunos instantes de su propia vida. Asertivos o tímidos, atormentados o serenos, firmes o inseguros, los seres de palabras necesitan, cada uno a su manera, usar su voz para nombrar el tiempo que los rodea y los dibuja.