sábado, 5 de mayo de 2012

NUESTRA ÉPOCA MUESTRA TANTO LA ESTRIDENCIA......


Nuestra época muestra tanto la estridencia de los dialectos como la universalidad de las ritualizaciones. De un lado, la semejanza superficial que no es sino sólo aparente similitud; del otro, la multiplicación de palabras de encierro que son localismos infinitesimales, parlas de sectas y catacumbas. La traducción abre el camino a la posibilidad ética de las palabras. Por medio de la traducción podrían comunicarse y entenderse las diferencias genuinas y necesarias, las pluralidades legítimas. La validez de las diferencias se apoyaría en la traducción. Ella establece que las palabras de los hombres tienen, todas, derecho a existir; que las tradiciones y costumbres pueden dialogar sin enfrentarse, todas merecedoras de ser escuchadas y comprendidas.