viernes, 10 de febrero de 2012

GIRO EN CÍRCULOS VACÍOS...

     Giro en círculos vacíos, lejos de todo y cercano sólo a ciertos trazos de mi rostro, próximo a una aventura irreal desvanecida apenas iniciada. Construyo castillos de arena. Toco, con la punta de mis dedos, la superficie del espejo que refleja tantos rostros desfigurados por mi propia voluntad. Rostros incapaces de durar más allá del tiempo que los miro. Me muevo por entre los más exagerados extremos. Tras figurarme invencible, paso a sentir que todo me sobrepasa y me abruma. Carezco del equilibrio necesario para sostenerme en medio de justas armonías. Y, siempre, las dudas a mi alrededor: acechándome, incrustándose en mi pecho, alterando mi memoria y mi ilusión de porvenir. Sé bien que la certeza de este ahora se borrará ante la inceretidumbre de un después, que la esperanza actual será desvanecida por la desconfianza. Prosigo mi marcha sin dejarme llevar por el desánimo. Adelante espera por mí algo que no alcanzo a distinguir. Me detengo ahora, en este recodo del camino, en este espacio de la página. Seguirán, luego, otros pasos, otras voces, otras visiones...