El alma es la
autenticidad; la máscara, el rostro que nos muestra. La máscara es funcional,
nos ayuda a existir: nos representa, nos protege, nos aísla pero, también,
puede secarnos -y negarnos. El alma es fértil. Fecundiza nuestro destino. Es riesgo y, a la vez, plenitud;
riesgo de la plenitud.
Personaje fuera de
lo común es aquél en quien alma y máscara coinciden.