En el
venezolano Mariano Picón Salas descubrí la maravillosa significación de la
escritura al servicio de la vida, genuino apoyo de ésta. En uno de sus libros
esenciales, escrito poco antes de morir, Regreso
de tres mundos, Picón Salas comparte con nosotros, sus lectores, un
extraordinario secreto: es muchísimo más difícil vivir que teorizar sobre la
vida. Regreso... fue para mí el descubrimiento
de la más válida opción de escritura: permitir a quien escribe aferrarse, junto
con sus voces, a ciertas verdades descubiertas, destinándolas a convertirse en
espacio que compartir con otros.
Regreso de tres mundos es un libro
del fin del camino; de itinerarios que se cierran, y balances y despedidas. El
primero de sus capítulos se remonta al origen de la memoria de Picón Salas: la
niñez y la adolescencia; y, precisamente, “Adolescencia” es su título. Es
terriblemente difícil ese temprano hacerse junto a los otros o ese comenzar a
ser junto a tantos otros que es la adolescencia; tiempo en que abandonamos la
soledad de la infancia, con todos esos espejismos que pudieron hacernos creer
que el mundo existía sólo para nosotros. Quizá el primer descubrimiento del
adolescente sea la significación de los otros: seres frente a quienes es
necesario ser, o ser a pesar de ellos o en contra de ellos. La adolescencia es
la más difícil y riesgosa de las épocas. Muchas cosas se juegan en ella; mucho
destino se dibuja en ese espacio temporal, áspero, espinoso comienzo de esa
construcción que llegaremos a ser.
En el capítulo titulado “Tentación de la
literatura” Picón Salas habla del significado que tuvo la escritura para él: le
sirvió para cubrir vacíos y calmar temores, para dominar incertidumbres y
afirmar convicciones. Gracias a ella, confiesa, descubrió enseñanzas en todas las
circunstancias que lo rodearon. Escribir fue catarsis y autodescubrimiento;
significó forzarse a mirar dentro de sí: a confrontarse, muchas veces de manera
desgarradora.
El último de los
capítulos, “Añorantes moradas”, es, a mi juicio, el mejor de todos. Él plantea
una insoslayable conclusión: todo lo vivido es experiencia; y de lo que se
trata es de llegar a sentirnos bien con nosotros mismos, satisfechos de
nuestros logros y nuestros recorridos. Creo que ése es, a fin de cuentas, el
gran mensaje de Regreso... El triunfo
en la vida... ¿Qué significa “triunfar” en la vida? Picón Salas nos dice su
versión: no se trata de acumular poder ni dinero. Ni uno ni otro bastan.
Ninguno de ellos es suficiente. Son cosas mucho más intangibles y trascendentes
las que realmente pueden llegar a colmarnos: ésas que, si hemos aprendido
realmente de las enseñanzas de nuestros pasos y actos, deberíamos valorar más
que cualquier otra cosa: la fortaleza de espíritu, la serenidad, la
autoconfianza y, por sobre todo, cierto íntimo acuerdo con eso que hemos
llegado a ser.