Tiempo nuestro: hecho, deshecho, impredecible o raras veces predecible; tiempo de ilusiones ausentes y presentes, de plenitud y vacío, variopinto o monótono, confuso o afirmativo, vacuo o de prometedor destino, de emblemáticas victorias o ineludibles desilusiones; tiempo de vaivenes, fracturas, arrepentimientos o agradecidos reconocimientos; tiempo secuela de nuestro espíritu; tiempo de convulsiones y espasmos o de rescatadas armonías; tiempo de claudicaciones o enfrentamientos; tiempo de concordias a veces imprevistas entre ciclos que comienzan, crecen, finalizan y vuelven a comenzar; tiempo de inagotables sucesiones calcinándose en el fuego de los interminables encierros; tiempo sostenido en el amparo de la siempre anhelada esperanza...