Creas separaciones ...

             Creas separaciones ante una exterioridad de puntos suspensivos, de intermedios prolongándose en interminables mudeces, en trazos y  aperturas sin conclusión... Tú: muro murado, incomunicada muralla ante tanto rostro desfigurado, ante tanto vaho disipándose en rugosos embriones de naderías, ante tanta mortecina confusión en medio de territorios al margen de lo conocido.

En el oscilante término del tiempo

            En el oscilante término del tiempo recorres lugares que son, a la vez, presagio, error y acierto. El límite de tu resistencia responde a la espiral de los días. Sobre ella construyes atmósferas y firmamentos, evocas viejas fantasías y eliges promesas en medio de desenlaces y  giros inesperados...

 

Te afirmas ante un cielo construido entre cuatro paredes, un techo y un suelo. Te afirmas ante irreales espejos capaces de aproximarte a todo o alejarte de todo. Te reflejas sobre imaginarios con forma de encierro: justo, protector, sencillo y cobijante encierro.

Paradisíaco tiempo

         Tiempo con el que todos los hombres sueñan; y, sin embargo, diferente para cada uno de ellos. Posee la forma de un rostro singular poseedor de los agasajos e infortunios de un singular tiempo humano.

EL YO, EL OTRO, El TÚ

             El yo: un límite y una definición. Entre el otro y el yo existen fronteras, demarcaciones, interminables y cambiantes linderos.

Ser yo es ser diferente al otro.

El otro: un horizonte donde me reconozco o desconozco.

En mi contacto con el otro, surgen, rápidamente, las diferencias: mi máscara, su máscara; mis palabras, sus palabras; mi espacio, su espacio.

El otro y el tú: nociones diferentes. El tú es un otro individualizado ante mí. Si otredad es distancia y recelo, el tú es acercamiento, intimidad, confianza. Particularidad absoluta de las relaciones amorosas: aparición de un tú que nace con nuestro amor y durará mientras él dure. Luego ese tú se borrará uniéndose al casi infinito conjunto de rostros otros que rodean al yo.

Realidad de las palabras

Realidad de las palabras: eco, reflejo que surge como legitimación o énfasis.

Palabras destinadas a formar parte de los delicados hilos de la vida.

Palabras para alimentar, describir, atesorar...

Palabras compañeras de cada revelación.

Palabras para nombrar el calor y el color del ahora y el después, del antes y el siempre.

Palabras del sentido del sueño y la vigilia, del acierto a plena luz del día.

Palabras que son forma y forja y lance abierto.

Palabras del norte y del sur del tiempo.

Palabras que son pregunta y son respuesta.

Palabras del quiebre, del aserto, de la esperanza y la proeza.

Palabras siempre rebeldes ante sus circunstancias.

Palabras de la elocuencia, del despertar y el encuentro...