El origen, tan cerca y tan lejos de nuestro presente.
El origen con sus sentidos y promesas descifrables en la clarividencia de los años.
El origen dibujado a veces sobre el rostro de la inocencia o la sospecha del ahora.
El origen con su caudal de mentiras e ilusiones, con su fuerza magnética que nos lleva a contradecirlo o apoyarlo.
El origen: despojo y aliento de viejas formas reflejadas en demasiados desenlaces.
El origen, recurso de gestos prolongados en actuales ademanes.
¿Quién evoca el origen y sus secuelas? El alma. El alma siempre en busca de sí misma redimiéndose de las carencias del ahora.