Todo ser humano ha
podido sentir alguna vez el impulso de comunicar sus personales comprensiones;
compartir con otros la interpretación de sus vivencias. De igual manera, todos
hemos podido sentir en algún momento la necesidad de conocer experiencias ajenas
de las cuales aprender, interpretaciones que incorporar a nuestra manera de ver
y de entender.
Aprender, enseñar… A
veces, maestros de alguien; a veces, aprendices de alguien.