viernes, 17 de abril de 2020

ESTA VOZ CON QUE VIVO...



Esta voz con que vivo: metáfora de vida, signo de ese tiempo que soy. Me acerca al afuera o me refugia en mis adentros. Su evolución es mi evolución, su silencio mi mutismo y mi derrota. Junto a ella recreo espejismos, asideros, apoyos necesarios… Conjuro con ella la confusión o el desamparo. A su lado convierto cielos e infiernos en referencia. Junto a ella respondo la interminable pregunta que soy.
Esta voz con que vivo: poco a poco fui reconociendo sus significados y alcances. ¿Su principal potestad? Llevarme a distinguir correspondencias entre casi todas las cosas. Se le acercan sin cesar diversos escenarios, incluso la realidad misma puede llegar a parecérsele. Verdadera como los propósitos que enuncia, ella va haciéndose protagonista de una historia en busca de su propio desenlace. Fallarle implicaría mi inconsistencia. Necesariamente próxima a mi vida, ella es alimento y promesa; también finalidad. Con igual entonación expresa realidades y fantasías, entremezcla lo verdadero y lo posible. En sus matices colaboran muchas intenciones. La acompañan, a veces, el reconocimiento de abrumadores errores y algún que otro remordimiento. En su cercanía descifro proyectos esperanzadores.
Esta voz con que vivo: una y otra vez regresa sobre sí misma para contemplarse en su reflejo. Hablo con ella siempre en presente. Junto a ella dibujo palabras desde un ahora que recuerda, imagina, sueña, espera…