viernes, 6 de diciembre de 2019

HACER ARTE Y...


Hacer arte y vivir la vida como si ésta fuera una obra de arte pudiesen, a fin de cuentas, resultar cosas parecidas. En ambos casos: se trata de armonizar propósitos y experiencias, de lograr que aquello que estéticamente nos expresa se convierta en algo personal y necesariamente útil. En suma: una estética convertida en reflejo de nuestro espíritu: ese lugar donde genuinamente somos, entendemos, valoramos, buscamos respuestas, nos relacionamos con nosotros mismos y con otros; y, esencialmente, alcanzamos a entender nuestra libertad.