Mantenernos, caminantes enriquecidos por sus experiencias; sumando
aprendizajes que nos guíen hacia respuestas que merecen ser tomadas en cuenta. Recuerdo
a menudo una frase de Álvaro Mutis: “Que te acoja la muerte con tus sueños
intactos”. Ella sintetiza ese necesario sentimiento de recorrer el camino
entendido como aventura con sentido; itinerario coherente y poseedor de un
desenlace acorde con nuestros deseos y propósitos, siempre próximo a nuestras
ilusiones y a esa realidad que nos propusimos ser. Necesariamente, en fin,
conciencia del camino, del significado absoluto de su presencia.