Digo adiós y me
despido del pasado y de muchas formas del presente. Me despido de innumerables
recuerdos fragmentados, del sinsentido de lo previsto y lo imprevisto, de
paréntesis sucesivos impregnados de nostalgia, de sorpresas, de justos e
injustos desenlaces, de tiempos recubiertos con voces de oro y de ceniza.