Evoco momentos
que tuvieron vida propia, paréntesis de luz muy intensa. Reúno sus trazos. Los convierto
en armonías en las que preciso creer.
Soy tiempo por hacer, por conquistar.
Vivo en el
cumplimiento de propósitos lentamente descubiertos.
Acato escogencias
de mi responsabilidad.
Me descubro en mi conciencia y al lado de mi
historia.
Me propongo extraer la plenitud que me
ofrezcan los días.
Avanzo: aprendo
a reconocerme en mis argumentos.
En mi relación
con el mundo intento que el afuera atrape los ecos de mi historia.
En ese centro
que soy quiero cosas simples; más
naturales y transparentes, más despojadas de artificios. Dibujaré allí verdades
que borren el recuerdo de muy viejos errores.