Prisma: punto
de vista, perspectiva desde la cual miro dentro o fuera de mí; una forma de ver
y, sobre todo, de escoger ver tratando de entender eso que contemplo. En mi perspectiva
me apoyo para distinguir y afirmarme frente a las formas que posee la realidad.
Y escribo para decir mi realidad.
Concibo la
escritura como testimonio. Soy testigo de eso que me ayuda a vivir y a entender
la vida. Como testigo de mí mismo, busco, con mis palabras, reforzar respuestas,
comprensiones, convicciones, certezas alcanzadas y conquistadas...
Existen todas
las razones para la escritura. Una de ellas: decir lo que nos resulta
importante, esencial. Escribir lo que entendemos, lo que nos proponemos, lo que
nos alienta y alimenta. Escribir para decir la vida que descubrimos y somos,
que construimos y nos va construyendo. Escribir, en suma, para acompañar el
acto de vivir, infinitamente más difícil, áspero e impredecible que dibujar la
vida con palabras.