Voces: las
busco. Llegan hasta mí; o, por el contrario, me rehúyen ariscas. Las reúno de acuerdo
a sus sentidos. La mayoría de ellas se borrará. Otras, las menos, alimentarán días
impredecibles.
Voces: me
ocultan o me muestran. Pugnan por salir al afuera o refugiarse dentro de muchos
escondrijos. Son mi manera de dejar constancia de mí mismo, de relacionar las
cosas más disímiles, de pronosticar sentidos que solo yo logro comprender… Su
evolución es la mía. Su silencio es mi mutismo y mi derrota.
Me propongo que
mis voces sean expresión de mi tiempo transcurrido.