Nunca lograré entender muchísimos rostros;
ni, tampoco, sabré como responder a eso que se considera
necesario decir.
Anoto descubrimientos en los que deposito respuestas, verdades,
conclusiones…
Cuanto me sucede es un hito dentro de mi largo camino de espejismos
o realidades.
Unos y otras dependen de mi memoria.
Lúcidamente acepto que las armonías existen.
Trato de reconocerlas en mí,
de reconocer
que hay verdades que debo alcanzar por mí mismo.