sábado, 13 de octubre de 2012

NO SABEMOS COMO VAMOS A REACCIONAR...


No sabemos como vamos a reaccionar ante eso que de pronto llega y nos desconcierta. Todas las precauciones que pudimos tomar fueron pocas. Nos queda tener el ánimo de enfrentar los nuevos retos, proponernos actuar sin contradecirnos dentro de esos nuevos escenarios que repentinamente aparecen y proseguir el camino aunque se desdibujen nuestros viejos planes. Nada está escrito. Todo permanece por hacerse. El camino, incesantemente, cambia. Nos sorprende. Nos desconcierta. Nos desmoraliza. Nos atemoriza. Fortalecernos en él será aprender responder ante lo sorpresivo; aprender a no sorprendernos, sólo así podremos desenvolvernos mejor en el camino. Una meta: predecirnos en nuestras respuestas, en nuestros comportamientos; prever nuestras reacciones ante las situaciones que nos envolverán y nos vulnerarán. Tratar de conjurar, como sea, la vulnerabilidad que nos acecha en el camino. Vulnerabilidad creciente en la indescifrabilidad posible nuestras reacciones, de nuestras respuestas ante el camino.