jueves, 2 de agosto de 2012

LEER, ESCRIBIR, VER CINE...


Leer, escribir, ver cine: actos que, de maneras muy distintas, me acercan tanto al mundo como a mí mismo. La película que contemplo me muestra simbolizaciones del mundo. La página que leo o que escribo me centra en mi mundo. De un lado, las imágenes van surgiendo rápidamente sobre una luminosa superficie; del otro, las voces aparecen lentamente sobre superficies planas y blancas. Las imágenes son más rápidas y contundentes, también más aleatorias en su recuerdo; las voces son más lentas y persistentes en las opciones que ellas señalan. Aquéllas me golpean con fuerza, deslumbrándome, desconcertándome: reflejos de realidades que distingo dentro o fuera de mí; las palabras, ecos de opciones convertidas en espacios de experiencia, me configuran lentamente al interior de superficies que, a la larga, son, también, rumbo y destino...