Como nunca antes, los hombres nos
sabemos efímeros y nos sabemos mortales. Por ello construimos mitologías de
sobrevivientes que metaforizan, a la vez, el desaliento o la esperanza;
metaforizaciones de la cercanía de lo final o de la posibilidad de cambios
necesarios, del inicio de una nueva realidad o del final de todas las
realidades, del apocalipsis posible o de la utopía posible, de la incineración
de todo o del reverdecer de todo... Metaforizaciones contradictorias en las que
se entremezclan titanismo, escepticismo y expectativa: tres metaforizaciones
posibles para interpretar el hoy y el mañana.