Escritor, ensayista, poeta y docente venezolano. Ganador del Premio Nacional de Ensayo Mariano Picón Salas del Ministerio de la Cultura de Venezuela en 1992, fue miembro del jurado de dicho premio en la edición de 1993. Igualmente fue miembro del jurado del Premio Internacional de Cuento Francisco Herrera Luque y Presidente del I Congreso de Legislación Cultural Municipal, realizado en en febrero del año 1993 en la Universidad Simón Bolívar.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
UN AUTOR CON EL QUE DESDE HACE AÑOS MANTENGO UNA RELACIÓN MUY CONTRADICTORIA ES EMIL CIORAN...
Un autor
con el que desde hace años mantengo una relación muy contradictoria es Emil
Cioran. ¿Por qué suele ser tan frecuente hallar incuestionables expresiones de
sabiduría en seres de palabras que se ahogaron en sus propios laberintos o en
lo más profundo de sus infiernos? Si distingo en Cioran a un ser
permanentemente insatisfecho con todo y de todo, inagotable vociferador de su
amargura e incansable teórico de una aparente autodestrucción; infeliz por
voluntad propia y extraviado por voluntad propia, muy a menudo estridentemente
absurdo, entonces me inclino a mirarlo con el más profundo desdén. Pero si
contemplo al ser humano que, con sus escritos, supo aludir a irrefutables
realidades de la condición humana, no puedo menos que incluirlo entre mis más fervientes
devociones. Creo que de Cioran es necesario pasar por sobre sus caricaturas y
estridencias, y detenerse en esas irrefutables respuestas que él, como nadie,
supo vislumbrar y comunicar. Cuando pienso en su escritura tres palabras vienen
a mí: refugio,
rebeldía y resistencia. Las tres
tienen todo que ver con una escritura entendida como conjuro de tantas cosas
que nos alienan desde el afuera: códigos demasiado acatados, excesivos lugares
comunes, veneraciones incomprensibles, aburridísimas obediencias, mímicas que
nos resulta imposible repetir...