Imre Kertsz, escritor húngaro, galardonado con el Premio Nóbel del año
2002, y sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald,
escribió una conferencia: “El intelectual superfluo”. En ella contrastaba la
experiencia de vivir de un ser humano con la falsa vida de todo individuo que
somete su existencia a los dictados de las respuestas ideológicas. Las
genuinas vivencias humanas, dice Kertesz, siempre desconcertarán a los
individuos incapaces de vivir y de ver las cosas por sí mismos; comprometidos,
sólo, con fórmulas, recetas y mandatos dictados por otros. Por eso se aferran a
la ideología: simplificación o caricatura de la idea. Un escritor; esto es, un
artista, un creador: individuo necesariamente comprometido con hallazgos y
verdades descubiertos en su propia vida, no podría sino distanciarse del
ideólogo creyente sólo en esas razones que aprendió a obedecer.