jueves, 14 de julio de 2011

EL SER DE PALABRAS QUIERE SER ESCUCHADO...

El ser de palabras quiere ser escuchado, ser leído. Necesita decir y ser entendido por eso que dice. Suele ser orgulloso -de su palabra, de su voz-; sólo que su orgullo es interior, nunca abiertamente postulado ante los otros. Nace de sus propias convicciones, de sus acuerdos consigo mismo, de su aceptación de pasos propios y propias búsquedas.