Vulnerables…
Vulnerables, de niños, al vivir en medio de la inconsciencia.
Vulnerables, cuando adolescentes, al asumirnos demasiado céntricos y apostar por respuestas grandilocuentes y ruidosas.
Vulnerables a todo lo largo de nuestra existencia, cuando, soberbiamente, nos asumimos capaces de enfrentar retos que nos superan.