En El principito de Antoine de
Saint-Exupéry, generaciones de seres humanos han descubierto preguntas y
respuestas relacionadas con la principal convicción del libro: “lo esencial es
invisible para los ojos”. ¿Qué es, exactamente, lo esencial? Por sobre
cualquier otra cosa, esenciales son el autoconocimiento, la autenticidad, la
búsqueda y el reconocimiento de la impostergable felicidad. Es esencial la
libertad individual como única manera de existir. Es esencial el aprendizaje y
el cumplimiento de nuestra responsabilidad social. Es esencial la convivencia
fundamentada en la solidaridad, la apuesta por lo justo, el apoyo de
indeclinables ilusiones, la constancia capaz de conducirnos hacia el
cumplimiento de determinadas promesas. Es esencial nuestra voluntad por
construirnos un destino junto a quienes cercanamente nos rodean. Y son
esenciales todas las versiones de la esperanza.