En algún momento de su obra, escribe
Borges estas exactas palabras: “descubrir
una entonación, una voz, una sintaxis particular, es haber descubierto un
destino”.
Todo ser humano, precisa
creer en un significado para su tiempo. Y algunas personas, ésos a quienes
llamamos poetas, dibujan ese significado en voces que los nombran a ellos mismos
a través de ideas, propósitos, ilusiones, decepciones, esperanzas, temores, evocaciones…
Formas, argumentos junto a los cuales se relacionan con el mundo, con la vida,
con ellos mismos. En suma: escriben y elaboran una sintaxis que es, a la vez, su
presencia y su destino.