sábado, 21 de julio de 2018

EL INTELECTUAL DEBERÍA...


El intelectual debería conservarse inocente y curioso a la vez; inocente en la autenticidad de sus preguntas, curioso en la indagación de respuestas. Tampoco debería perder su capacidad de soñar y dejarse envolver por sus sueños. Es un testigo y un intérprete. Dos sustentos lo guían: la lucidez y la imaginación. La primera le permite identificar lo que ve; la segunda, lo conduce hacia eso que desearía ver.