sábado, 4 de marzo de 2017

EN CADA UNA DE NUESTRAS HORAS...

En cada una de nuestras horas, aún las más oscuras, ir forjando nuestro rostro caminante; distinguiendo retos por vencer y razones por conquistar; tratando de no debilitarnos por rencores o sospechas; viviendo cerca de nuestros propósitos; desconfiando de la inconclusión de las intenciones, de los pasos inciertos, de las interrogantes nunca respondidas; recelando de la voluntad sin norte, de la falta de ilusiones, de la carencia de compromiso, de los innecesarios apresuramientos, de la falsa inspiración, de la ingenuidad incapaz de reconocerse a sí misma, del resentimiento, de la fragilidad sin contrapeso, de la atolondrada rebeldía, del inconformismo volcado sobre sí mismo, del incesante desaliento, de la mórbida apatía….   .

 Lúcidos ante el sentido de cada una de nuestras batallas, hacernos maleables frente al tiempo, aceptando que existen errores irremediables y espacios definitivamente cerrados para nosotros.

 Al margen de paradojas y despropósitos, de miedos y sospechas, apoyarnos en certezas y esperanzas. En lugares inusuales –inusuales para los demás, claro- sobreponernos a muchos días informes.  

-->Empeñados en no extraviar ni desperdiciar argumento alguno, sostenernos en la autenticidad de nuestras búsquedas, permaneciendo fieles a ciertas ilusiones sobre las que construirnos y reconstruirnos interminablemente…