miércoles, 2 de julio de 2014

DESDE MUY TEMPRANO...

Desde muy temprano sentí necesaria la separación, la lejanía.
Pero absurdamente, quise a veces imitar a otros; y me dominó a veces la envidia ante esos otros: de sus gestos, de sus relaciones, de sus propósitos…

Obligado a reconocer mi rostro caminante, entre la aprobación y el remordimiento, fui aprendiendo poco a poco a distinguir a mi manera, a nombrar a mi manera, a actuar a mi manera.