viernes, 8 de febrero de 2013

ME PROPONGO




Me propongo que la distancia o la confusión no me atemoricen, que la noche demasiado larga no concluya en desconcierto aterrador, que la soledad no me confunda ni me obligue a desistir de tantos actos.
Me propongo quebrar estrechos linderos, abrirme paso fuera de los empequeñecidos sitios, elevarme hacia una lontananza más amable…
Me propongo entender cuando los días son calmos y las tardes transparentes, y en qué momento el tiempo que pasa con tranquila lentitud, me permite apaciguadamente recostarme sobre mi sombra.
Me propongo no desistir de respuestas que preconizan la firmeza de mi camino.
Me propongo aferrarme a propósitos que resulten ser hallazgos, y apoyarme en ellos.
Me propongo continuar en la búsqueda de ciertas conclusiones necesarias.
Me propongo compartir mi tiempo. Sé bien que es imposible transitar solitariamente por entre tanta desvanecedora anécdota y tanto instante sin sentido.