Sabiduría de la humildad: antídoto contra el
despropósito o la exageración de la soberbia; saber necesario para reconocer
nuestros límites y aceptar que eso que no fuimos capaces de lograr podamos,
acaso, conquistarlo de manera distinta: menos directa o
grandilocuente.
Sabiduría de la humildad: conocimiento necesario para entendernos en la autolimitación, el tiento y cierta serena conformidad; razón convertida en freno a muchas cosas, también pausa necesaria que nos dice que la excesiva ambición suele ser desorientadora y nos permite divisar más nítidamente nuevos propósitos y hacer nuestro día a día menos propenso a la desilusión o la desesperanza.
El saber de la humildad nos acerca a nuestras más humanas aristas y nos enseña a limitarnos, acaso la más valiosa de sus secuelas...
Sabiduría de la humildad: conocimiento necesario para entendernos en la autolimitación, el tiento y cierta serena conformidad; razón convertida en freno a muchas cosas, también pausa necesaria que nos dice que la excesiva ambición suele ser desorientadora y nos permite divisar más nítidamente nuevos propósitos y hacer nuestro día a día menos propenso a la desilusión o la desesperanza.
El saber de la humildad nos acerca a nuestras más humanas aristas y nos enseña a limitarnos, acaso la más valiosa de sus secuelas...