domingo, 11 de marzo de 2012

A LO LARGO DEL TIEMPO EL HOMBRE HA ESCUCHADO...

     A lo largo del tiempo el hombre ha escuchado la voz sagrada de los dioses o la voz profana de la historia. Aquélla le explicaba el sentido de todas las cosas en la ira o la benevolencia divinas. Le decía que todo en el universo estaba relacionado con los inescrutables designios de algún dios. Luego, la voz sagrada iría desvaneciéndose y los hombres descubrieron su soledad. Comenzaron a sospechar el absurdo de las cosas sin sentido, la posibilidad de una historia sin norte. Una nueva deidad, la Razón, los salvó de la desesperación y del terror. Les hizo creer que todas sus metas serían alcanzables y todos sus propósitos realizables. En el fondo, y gracias a la Razón, la voz profana terminó por coincidir con algunas de las fundamentales razones de la voz sagrada. Las dos decían que las desgracias humanas eran superables. Las dos insistían en que la felicidad aguardaba adelante, al final de los tiempos; sólo que, mientras la voz sagrada colocaba la felicidad en la otra vida, la voz profana la situaba en el futuro: un tiempo terrenal más al alcance de la voluntad y los esfuerzos de los hombres.