lunes, 19 de marzo de 2012

DESDE SU NACIMIENTO, LAS UNIVERSIDADES...

     Desde su nacimiento, las universidades tuvieron clara conciencia de su designio: ser formadoras de las individualidades que preservarían la memoria y los valores de su tiempo. Sociedad y universidad evolucionaron paralelamente. La universidad simbolizaba el nuevo mérito de la inteligencia; intelecto como fuerza y herramienta de poder. Pocas instituciones podrían resultar tan elitescas como la universidad. Su espacio supone el encuentro de maestros y discípulos: unos guían y otros aprenden y obedecen. La dignidad del maestro reposa en su sabiduría. El saber se apoya en la inteligencia y en la experiencia. Ambas, afirman el "derecho" natural del sabio: su autoritas. La autoritas académica es la fuerza del prestigio, la potestad del hombre que conoce, que ha visto, que ha vivido, que ha reflexionado; del hombre que sabe. De esa inteligencia dominante y carismática, emana una autoridad que es natural e incuestionable.