jueves, 28 de julio de 2011

EL SER DE PALABRAS QUIERE CREER...

El ser de palabras quiere creer en un público lector. Creer en él es ya tal vez una forma de crearlo. Necesita imaginar que ese público existe. Lo piensa ávido receptor de cuanto él diga. Ser leído: ahora y, sobre todo, después. Sin embargo, el después es y será siempre un inexplicable albur hecho promesa sólo para unos poquísimos elegidos. Ante la indescifrable y siempre oscura posteridad, está la urgencia de un lector presente capaz de reconocer, entre otras muchas, la voz de un determinado ser de palabras convertida en significativa o fundamental referencia.