lunes, 29 de noviembre de 2010

EL SER HUMANO NECESITA CREER...

El ser humano puede aceptarlo todo. Todo menos la falta de sentido de su existencia. Le horroriza la imagen del tiempo -personal, colectivo- como algo hueco: sin razones ni conclusiones. Ante el sentimiento del vacío temporal aparece, terrible e insoportable, el horror del absurdo: pesadilla ante un tiempo amorfo que sólo nos engulle. El horror al absurdo de la historia es análogo a la náusea frente al vacío existencial. Ante ambos -historia vacía, vida vacía- el hombre aprehende su soledad, su vulnerabilidad. Para vencerlas, ha decidido escuchar la voz sagrada de los dioses o la voz profana de la historia.