martes, 12 de octubre de 2010

EL FRAGMENTO

El fragmento: espacio especialmente privilegiado para la expresión poética porque fragmentariamente nos acompañan ciertas iluminaciones repentinas. El fragmento impone una estética de lo azariento: la del albur de los hallazgos, la de la intensidad de lo vivaz e irrepetible. Escribir fragmentariamente será una manera de dejar vivir nuestros descubrimientos, dejándolos existir en el vaivén de sus contradicciones y en una libertad guiada por la curiosidad y el asombro. Ante las demasiadas referencias, ante el exceso de palabras e informaciones, el fragmento erige su figura de respuesta, siempre parcial y espontánea. Él es el elemental espacio al interior de un universo sin centros. Él es la más adecuada expresión en los espacios donde todo pareciera haber sido ya demasiadas veces dicho.