En el oscilante término del tiempo invoco, en medio del fuego y la ceniza, el sentido de memorias, sueños y respuestas. Brotan muy diversos imaginarios alrededor de mis voces viviendo al interior de necesarias fronteras. Vivo junto a esas voces. En ellas me busco y me afirmo en todo cuanto pudiera tener sentido: en el dibujo de un rumbo, en mi descripción del mundo, en la evocación del alma que es cobijo para sí misma, en la verbalización del espíritu negándose a ser cuerpo.
Escritor, ensayista, poeta y docente venezolano. Ganador del Premio Nacional de Ensayo Mariano Picón Salas del Ministerio de la Cultura de Venezuela en 1992, fue miembro del jurado de dicho premio en la edición de 1993. Igualmente fue miembro del jurado del Premio Internacional de Cuento Francisco Herrera Luque y Presidente del I Congreso de Legislación Cultural Municipal, realizado en en febrero del año 1993 en la Universidad Simón Bolívar.

viernes, 28 de marzo de 2025
En el oscilante término del tiempo...
viernes, 21 de marzo de 2025
Ser ...
Ser forma, ser acto, ser presencia, ser intención, ser alusión e ilusión... Ser el desafío y la respuesta, el inicio y la conclusión, lo distante y lo próximo, lo irrealmente preciso y lo nítidamente real. Ser en los días buenos y en los malos, en la ilusión y en la desesperanza, en la azulada forma de los cielos y en la roja confusión de cada infierno. Ser el centro que sostiene. Ser la afirmación y la supervivencia. Ser la promesa y la certeza.
viernes, 14 de marzo de 2025
Muchos días y muchas noches...
Muchos días y muchas noches predijeron voces que son hoy, bien hojarasca, bien dibujo de nuestra alma.
viernes, 7 de marzo de 2025
Crudamente, Paul Valéry habló alguna vez...
Crudamente, Paul Valéry habló alguna vez de cierta terrible y muy humana contradicción entre el “sentimiento de serlo todo y la evidencia de no ser nada”. La escritura quizá ayude al ser de palabras a convertir el espejismo de “serlo todo” en un vigoroso conjuro contra la otra cara de la afirmación: la “evidencia de no ser nada”. Tal vez el escritor precisa sentir que, gracias a su escritura, logra escapar de la anulación y acercarse al espejismo de serlo todo o, al menos, de ser algo. Intuye que en su obra está dibujada su posible perdurabilidad, el significado de su rostro y de su nombre; la posibilidad de prolongarse hacia un afuera y, sobre todo, hacia un después.