viernes, 31 de mayo de 2024

Tus propósitos

             Tus propósitos: a ellos te debes, de ellos dependes, junto a ellos te construyes...

¿Hay desenlaces para tus propósitos? Sí, existen en la sangre de tu carácter, en la piel de tus recuerdos, en el alma de tus razones, en la carne de tus sueños, en el tuétano de tus emociones y sentimientos...

En ciertos propósitos identificas cuanto te define y te sostiene. En ciertos propósitos te ubicas en un tiempo asumido como reconciliación y rescate.

Tus propósitos para afirmarte en un orden donde sostenerte por entre lo impredecible, lo amenazante, lo precario...

¡Que esos propósitos que por largo tiempo han sido tuyos coincidan con las expectativas de quienes depositaron su fe en ti!

viernes, 24 de mayo de 2024

Cambiaron el tiempo y los lugares...

             Cambiaron el tiempo y los lugares, cambiaron los rostros y las promesas, cambiaron las circunstancias y las razones. Cambió, acaso sobre todo, tu manera de vivir y de dibujar tus voces. Y entendiste que las palabras existían para ilustrar tu manera de residir en el mundo y permitirte entender el sentido de esa residencia. Tu cercanía a las palabras: una escogida manera de hacer más comprensible tu vida y, acaso por sobre todo, de elegir tu manera de vivirla.

viernes, 17 de mayo de 2024

Rostros de la soledad

             Compañera de larguísimas horas de nuestras vidas, la soledad forja nuestro temple. Es interlocutora de nuestros tientos y búsquedas, miradas y asombros, esperanzas y desilusiones.

           En soledad partimos de nosotros mismos hacia el mundo, hacia el tiempo y... de vuelta hacia nosotros mismos.

La soledad se aprende... Se aprende a conocerla, a no temerla; y, eventualmente, a disfrutarla...

Nuestra época es tiempo de crecientes soledades en medio de homogéneas multitudes, tiempo de la similitud convertida en despersonalizada analogía, tiempo de lo individual transformado en efigie de cierta intrascendencia colectiva.

Infernal es, a veces, la soledad; e infernal es, siempre, la imposible soledad.

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Desde su microscópico centro, densas fuerzas invaden y apoyan al solitario. Hastiado de aturdidoras estridencias, se refugia en crisálidas protectoras. Busca silencio y armonía para rodearse de su espacio y su tiempo. El solitario puede tratar de expresarse, de hablar de sí mismo, de definirse en la palabra y en la imagen que lo presenta. Curiosa y paradójica necesidad de comunicación en el solitario…

Expresarse desde la soledad puede ser lo mismo que afirmarse en ella.

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Lúcida sabiduría de la palabra que, en soledad, escruta y nombra.

Las pasiones se incuban en soledad. El arte nace en soledad. La escritura es diálogo solitario. Soliloquio de la página en blanco: la voz del escritor habla, siempre y antes que a nadie, consigo mismo.

Soledad y silencio: en ambos podemos conjurar la indescifrabilidad exterior, abstraernos del mundo y proponernos dibujarlo a nuestra manera. Solo en la soledad y en el silencio logramos adivinar la verdadera potestad de las palabras.

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Ancianos que desvanecen sus días en medio de la soledad o la ausencia, ceniza de años como corolario del final del tiempo vivido… Estereotipos terribles eventualmente conjurados por imágenes igualmente posibles: el agradecimiento de quien ha aprendido a vivir en un propósito por legar a otros –próximos otros o lejanos otros: poco importa- vivencias, aprendizajes, respuestas necesarias…   

 

viernes, 10 de mayo de 2024

Te creo...

             Te creo cuando das al tiempo la posibilidad de hacerse recurso de tus esperanzas.

Te creo cuando afirmas haber seguido un rumbo que nunca dejó de guiarte.

Te creo cuando afirmas haber identificado aquello que no podría dejar de pertenecerte.

 

viernes, 3 de mayo de 2024

¿Dónde?

         ¿Dónde se dibujan las líneas de ese tiempo que ya fue y es ahora recuerdo? ¿Dónde la intención de sostenerte en la memoria? ¿Dónde tus ilusiones de siempre?