Ser forma, ser acto, ser presencia, ser intención, ser alusión e ilusión... Ser el desafío y la respuesta, el inicio y la conclusión, lo distante y lo próximo, lo irrealmente preciso y lo nítidamente real. Ser en los días buenos y en los malos, en la ilusión y en la desesperanza, en la azulada forma de los cielos y en la roja confusión de cada infierno. Ser el centro que sostiene. Ser la afirmación y la supervivencia. Ser la promesa y la certeza.